Bolonia: "la dotta, la grassa, la rossa, la turrita"
Bologna es "dotta"
Sede de la Universidad más antigua del mundo occidental, fundada en 1088 antes que la de París y Oxford. Fulcro de un crecimiento cultural todavía actual y que se mantiene vivo y florido por los más de 90 mil estudiantes que llenan las diferentes facultades de Bolonia.
El sistema de museos de Bolonia es una herencia clara de la cultura que se transmite a través de los siglos. De la Galleria d’Arte Moderna a la Pinacoteca Nazionale, del Palazzo dell’Archiginnasio – antigua sede de la Universidad – al riquísimo Sistema Museal d’Ateneo. Una propuesta que va desde la arqueología hasta el arte moderno, desde la música hasta la historia incluso temas más innovadores como el patrimonio industrial y la cultura técnica.
Bolonia es "grassa"
Es el amor por la cocina y la mesa que ha contribuido a la creación de una tradición enogastronómica inigualable. Las pastas frescas, los platos a base de carne y los productos típicos son los pilares de una cocina sustanciosa y opulenta que a lo largo de los años han conferido este sobrenombre a la ciudad. Para las compras gastronómicas es obligado un paseo detrás de Piazza Maggiore, entre via Caprarie y Drapperie donde se pueden comprar tortellini hechos a mano, probar deliciosas tagliatelle al ragù o comprar fiambres y quesos típicos. Imprescindible, por lo tanto, una parada en una de las antiguas tabernas del centro: elogio de la buena mesa de Bolonia.
Bolonia es "rossa"
Roja como el color dominante de los edificios históricos y de las tejas de los techos. Y en época más reciente, roja como la Ducati y la Ferrari que, junto a Lamborghini y Maserati, hacen de Bolonia y de su región la “tierra de los motores”.
Bolonia es "turrita"
Hay cientos de torres que confieren una estética única a la ciudad. Antiguamente las familias ricas las construían para defenderse de los ataques y de los robos perpetrados por los enemigos y las familias rivales: la "torre degli Asinelli" y la "Garisenda", ambas inclinadas, son las principales todavía intactas.
Famosa por las torres, pero reconocida en el mundo también por el sugestivo centro histórico, uno de los mejor conservados en Europa y caracterizado por sus 40 kilómetros de pórticos.